lunes, 20 de agosto de 2012

Adelgazar con la dieta mediterránea


La dieta mediterránea es un plan equilibrado que permite un adelgazamiento paulatino y seguro consumiendo una amplia variedad de alimentos.

De dónde surge esta dieta para adelgazar

Tomó popularidad entre las décadas del ’50 y ’60 como plan de alimentación saludable y no como método para adelgazar. Tras analizar las características nutricionales de siete países de distintas regiones, se observó que la población de los países mediterráneos era más sana y se pudo comprobar que esto se debía a la utilización de ciertos alimentos comunes en su alimentación que eran cultivados en esta zona y la forma en que se utilizaban. Además, las características climáticas permitían la realización de caminatas y paseos que contribuían al bienestar físico de los habitantes.

Entonces se diseñó un menú especial incluyendo las características observadas en esta zona. No es un simple plan para bajar de peso sino que plantea un estilo de vida más sano con un bajo consumo de carnes rojas, grasas saturadas y azúcares que permiten reducir el colesterol y el riesgo de enfermedades coronarias. Es rica en fibra, antioxidantes y omegas, debido al consumo regular de vegetales, frutos secos, leguminosas y pescado.

De qué se compone la dieta mediterránea 

La alimentación mediterránea se basa en el consumo de tres cultivos tradicionales: el olivo, el trigo y la vid. No se plantea un control riguroso de calorías pero se debe comer moderadamente, eligiendo los productos naturales y poco elaborados (frutas, verduras, frutos secos) en lugar de los dulces y azúcares, las harinas integrales y los productos lácteos descremados.

Las proteínas se obtienen principalmente de carnes blancas (aves), pescados, huevo y productos lácteos, con un reducido consumo de carnes rojas. La principal fuente de grasa es el aceite de oliva, utilizado en crudo para condimentar distintos platos. La pasta y el pan son fuentes de carbohidratos.
Las comidas se acompañan con vino en cantidad moderada.
Los vegetales forman parte importante de esta dieta. Se consumen diariamente varias porciones de verduras, hortalizas, frutos secos y frutas que aportan gran variedad nutrientes. Además, la fibra que contienen permite regular la función gastrointestinal.

Qué otros factores se deben considerar con la dieta

Para asegurar un verdadero resultado, a la hora de comenzar un menú mediterráneo es conveniente consumir al menos dos litros de agua al día y restringir lo máximo posible el consumo de dulces industriales y azúcar refinada. Además, es necesario beber dos litros de agua al día.
La práctica de ejercicio regular es recomendable. Con sólo una pequeña caminata diaria de treinta minutos es suficiente.

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