domingo, 12 de agosto de 2012

Soluciones efectivas para las várices

Las várices se pueden ver como unas líneas rojas, azules o violáceas, de forma abultada que se producen principalmente en los miembros inferiores. Los factores que las producen son varios. Cuando no son tratadas desde el comienzo, la dilatación aumenta y aparecen síntomas en algún momento. En casos muy avanzados, la única alternativa para tratar las várices adecuadamente es la cirugía.

Por qué aparecen las várices 

Esta enfermedad aparece como consecuencia de una serie de factores que en ocasiones no se pueden controlar. Muchas personas lo sufren de manera hereditaria pero la obesidad, el sedentarismo, el pasar muchas de pie o sentados sin mover las piernas y los desórdenes hormonales pueden ser causa de su aparición o del agravamiento del cuadro.

Los miembros inferiores reciben una fuerte presión debido a que deben soportar todo el peso del cuerpo, por eso, la circulación sanguínea muchas veces se vuelve dificultosa, especialmente cuando se padece de sobrepeso u obesidad. Si bien no se puede luchar contra la herencia, sí se puede mejorar nuestro estado de salud para retrasar la aparición de várices. Todos los cambios hormonales que se dan en nuestra vida, especialmente en las mujeres, como la menarca (primera menstruación), los ciclos menstruales en general y la menopausia, afectan a la circulación venosa y pueden aparecer várices durante estos períodos.

Por qué se deben tratar las várices 

Las várices deben ser tratadas porque no son simplemente un problema estético sino que se trata de una afección seria del sistema circulatorio. Al principio no presentan síntomas pero a medida que la dilatación se hace más severa pueden traer graves consecuencias como inflamación dolorosa de las venas, infecciones, ulceraciones, entre otras. Si notas que han aparecido algunas arañitas o várices, es fundamental que consultes con un especialista para encontrar un tratamiento adecuado desde el comienzo.

Qué tipos de tratamientos se pueden realizar 

Antes de comenzar cualquier tratamiento, el médico debe realizar un estudio, generalmente se realiza un ultrasonido doppler, para evaluar el grado de la enfermedad y por qué han aparecido. Durante las primeras etapas, cuando las várices son asintomáticas, el tratamiento suele basarse en cremas, tónicos y masajes. En casos graves, la única solución 100% efectiva es la cirugía. En la actualidad, el tratamiento con láser es una de las opciones más efectivas para tratar várices de distinto grado de gravedad. Son tratamientos indoloros y en muchos casos, el paciente puede salir caminando el mismo día, sin sufrir ningún tipo de secuela.

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